Peñarol vapuleó a un debilitado Gimnasia y ya suma 43 juegos sin perder en casa. Viene de la 09/10.
No sólo es el campeón. Es el equipo que domina la competencia hace al menos un año. Justamente en octubre del 2009, en el primer juego en casa (con Obras, por la Zona Sur), perdió por última vez como local. Luego encadenó 39 triunfos en el Poli y fue el rey de la Liga Nacional y de la Liga de las Américas. En esta campaña la historia sigue. En la Copa Argentina y en este inicio de Liga suma cuatro victorias más (cayó con Quilmes en el Poli pero era visitante). Anoche sumó otra contra un limitado Gimnasia de Comodoro, que no contó con los lesionados Funes, Brown y Mansilla. Así, Peña ganó al trote: 78-62 para el 4-0. En el inicio, con un parcial de 7-0 en 2m, Gimnasia se ilusionó con asustar al campeón... Pero en los siguientes cinco volvió a la realidad. Peña le respondió con un 14-0 y en los restantes 18m lo dejó anotar apenas 28. Fue un recital, que comenzó con los titulares (20-11 en el primer cuarto) y no desafinó con los suplentes. En el local anotaron nueve de los diez que jugaron, con Mata (8, con 2-4 triples), Campazzo (2-4 de tres más cuatro pases gol) y Leiva (dominó abajo: seis y cuatro rebotes) como los mejores. Con sólo dos tantos de Gutiérrrez, Peña ya controlaba a Gimnasia: 45-33. No cambió mucho el trámite en el 2° tiempo. Franco, con una ráfaga de siete puntos, puso a 11 a la visita, pero no había argumentos sólidos para pensar en más. Peña respondió con un 8-0, con cinco de Leo y una bomba de Tato, y así la ventaja volvió a 19. El resto fue parte del decorado...
Franca le ganó a Boca 88-75 y se quedó con la punta del Grupo A. Sin embargo, y es raro decirlo, no importó la caída: tanto los de D'Angelo como los brasileños ya habían clasificado a la siguiente ronda de la Liga Sudamericana 2010.
Lo más positivo en el último partido de Boca en Franca es que Cedric Moodie está empezando a despertar: sumó 21 puntos. Además, se destacó Fernando Martina, con 19.
Ahora, Boca vuelve al país para seguir con la Liga Nacional, terreno en el que tiene que ganar, como materia pendiente.
Misión cumplida
Boca lo logró. Contrario a las pocas expectativas que expresó el entrenador, Pablo D'Angelo, cuando su equipo arribó al Brasil, le ganó este viernes al débil Mavort de Ecuador por 108-83 y logró clasificar a la próxima fase de la Liga Sudamericana de básquetbol, independientemente de lo que suceda mañana contra Franca, el local.
Tal como habíamos comentado en este espacio, el partido a ganar para pasar de ronda era Biguá. Boca hizo su parte contra los uruguayos y despejó su camino de cara a la clasificación tras aplastar al Mavort Ecuatoriano, en un partido en el cual sobresalió Mariano Fierro, con 22 puntos.
Boca cierra este sábado con Franca, el local, en un partido, a priori, muy difícil de ganar. Pero se volverá a la Argentina con la clasificación la hexagonal final.
Boca vive
Le ganó 87-82 a Biguá del Uruguay en Brasil, por la primera fase de la Liga Sudamericana, en un cotejo decisivo para la definición del Grupo A. Lo mejor de la noche: la pareja Cutley-Moodie. Tras una enorme reacción en el tercer cuarto y en base a tiros de tres puntos, Boca logró esta noche un triunfazo: Le ganó 87-82 a Biguá del Uruguay en Brasil, por la primera fase de la Liga Sudamericana, en un cotejo decisivo para la definición del Grupo A. Con esta victoria, los xeneizes quedan bien posicionados para conseguir el pasaje al hexagonal final del torneo, para el que se clasifican los primeros de cada grupo eliminatorio.
Boca inició 5-0, pero enseguida recibió un parcial de 14-2 en contra. La reacción de Boca llegó a base de triples, con uno de Mariano Fierro y otro de Cedric Moodie, quien agregó un doble para pasar al frente 18-17. Pero Biguá cerró mejor con Emilio Taboada y se quedó con el cuarto por 21 a 18. Esa tendencia se prolongó en el segundo. En Boca, apenas aparecían algunos puntos de Moodie y Scott Cutley, por lo que la diferencia se estiró a 11 (35-24) en la mitad del período. La diferencia que bajó a cinco (38-33). Pero Biguá acertó en el final y se llevó una renta de 43-33, con Boca tirando un pobre 38% de cancha.
En el tercer parcial explotó Cedric Moodie. Anotó cinco triples y además fue a la línea a cobrarse una falta mientras lanzaba otro, tiros que explotó en un 100%. Además anotó otro par de libres para redondear diez minutos de ensueño, como aquellos que solía mostrar en la ‘09/10 y que aún no habían aparecido en esta temporada. Con sus 17 puntos más la compañía de Sebastián Vega, que aportó dos bombazos más, Boca ganó el cuarto 34-13. Otro triple, esta vez de Mariano Fierro, abrió el cuarto decisivo para alargar la pesadilla del conjunto uruguayo. El tanteador marcaba 70-56. A partir de allí, con un goleo más repartido, la regularidad de Cutley para seguir aportando cercanos al cesto le permitió a los xeneizes manejar el trámite del juego, pero Biguá echó el resto para reducir distancias y se puso apenas a tres puntos cuando quedaban 46 segundos.
Entonces cayó el último bombazo de la noche, este de manos de Fernando Titarelli, para completar un 13/28 global que quedará como estadística colectiva más importante del partido, mientras que en lo individual lo más importante fue lo de Moodie en Boca, con 27 puntos y 6/11 en triples.
El equipo sanguillermino fue 3ero en la Copa Argentina en la categoría Sub 16 disputada en Chapadmalal. El campeón fue Central San Carlos luego de vencer en la final a El Tala de San Francisco 3 a 0.
Ellas y el querían más, soñaban con jugar la final y hasta gritar campeón. El Tala, fue el culpable de truncar este sueño cuando lo venció categóricamente en semifinales 3 a 0. Ese fue un golpe durísimo, porque sabían que el sueño no se podía hacer realidad y parecía que iba ser complicado levantar al grupo en lo anímico para pelear un lugar en el podio. Quizás habrán entendido, que en una Copa Argentina quedar entre los 4 primeros no es cosa de todos los días. Incluso estar arriba de Vélez, River es muy importante. Las chicas lo entendieron y derrotaron muy cómodamente a Obras de San Juan 3 a 0 y de esta manera se subieron al podio y se quedaron con la medalla de Bronce. Seguramente hoy, molestos por no conseguir el objetivo de campeonar muchos no le darán el valor que se merece este 3er puesto, pero con el trascurrir de los días y de los años este plantel, técnico y dirigentes quedará en la historia del Voley sanguillermino y este logró tomará una real dimensión. Incluso las estadísticas y los acontecimientos lo demuestran. De las últimas 3 Copas Argentinas, Unión de San Guillermo fue el único equipo que siempre estuvo entre los 4 primeros. Repasemos, en el año 2008, Unión de San Guillermo perdió la semifinal con Argentino de San Carlos, mientras que en la otra Vélez se impuso al El Trébol. Luego Unión le ganó 3 a 2 al Trébol y se quedó con la medalla de Bronce. En el año 2009, Unión perdió una de las semis con Vélez, en la otra Normal 3 le ganaba a Banco Nación. Después el equipo sanguillermino no alcanzaría el podio ya que perdería con Banco. En tanto, que en este año Unión perdió con El Tala en semifinales y luego se apoderó de la medalla de Bronce al vencer a Obras de San Juan 3 a 0.
Campaña 3 a 0 a Bell Ville 3 a 2 a River Plate 3 a 0 Lamarque de Rio Negro 3 a 0 UPCN de San Juan 2 a 3 Sonder de Rosario
Atlético venció a Chacarita en el Monumental y otra vez fue por 2 a 0. Los seis triunfos de la Crema sobre el Funebrero en Rafaela, fueron por el mismo resultado. Carignano y Carniello los goles.
Atlético dejó rápidamente atrás la derrota ante el Deportivo Merlo, y este jueves, en la apertura de la undécima fecha, venció a Chacarita por 2 a 0 y alcanzó de manera transitoria la punta de la Primera B Nacional.
El equipo de Carlos Trullet golpeó en el cierre del primer tiempo y se quedó con una victoria merecida, ante un timorato Chacarita que lejos estuvo de demostrar una imagen de equipo candidato a ascender. Primero César Carignano, cambiando penal por gol luego de una falta cometida sobre Federico González.
Cuando se jugaba el tiempo de descuento de los primeros 45', Oscar Carniello mandó al fondo del arco con un cabezazo un preciso corner ejecutado por Nicolás Aguirre. El complemento estuvo de más, porque Chacarita no tuvo armas para tratar de llegar al empate, y la Crema con la ventaja obtenida, manejó el trámite con absoluta tranquilidad.
La preocupación ahora pasa por ver la gravedad de la lesión de Guillermo Franco, que se retiró al minuto de juego debido a una lesión en la rodilla izquierda. Vale recordar que no pudieron jugar por lesión Lucas Bovaglio y Luis Lagrutta, mientras que Nicolás Castro y Walter Serrano estaban suspendidos. El volante cordobés deberá cumplir una fecha más, por lo que no estará presente el domingo 24 cuando la Crema visite a Independiente Rivadavia de Mendoza desde las 19.
Atlético 2 – Chacarita 0
Estadio: Monumental.
Arbitro: Germán Delfino.
Atlético: Guillermo Sara; Guillermo Franco (4' Germán Rodríguez Rojas; 87' Leonardo Morales), Oscar Carniello y Martín Zbrun; Joel Sacks, Iván Juárez (68' Juan Martín Pietravallo), Matías Fissore y Juan Fernández; Nicolás Aguirre; Federico González y César Carignano. DT: Carlos Trullet. Suplentes: Carlos De Giorgi, Lautaro Trullet, Nicolás Capellino y Matías Zbrun.
Chacarita: Nicolás Tauber; Pablo Aguilar, Leonardo Sánchez, Williams Martínez (18' Franco Coria; 45' Pablo Vergara) y Rodrigo Espíndola; Fabián Santana, Damián Toledo y José D’Ángelo; Luis Bustamante; Miguel Alba y Mariano Sabadía (59' José Tabáres). DT: Marcelo Fuentes. Suplentes: Carlos Morel, Cristian Gutiérrez, Claudio Cevasco y Mauro Villegas.
Goles: 37' César Carignano -p- (AR); 45' Oscar Carniello (AR).
Palermo abrió el 2-0 con un golazo inventado de la nada. Antes de colgarla de un ángulo, la tocó sin intención con la mano. El Boca de Borghi gana pero no emociona...
El Boca de Borghi gana pero comete el peor de los pecados futboleros: no emociona. Y eso, lo de la emoción, no es un problema del sistema, de la estrategia ni de las convicciones. Este Boca de Borghi ya tiene instalado en su disco rígido el 3-4-1-2 de su DT y, cuando las lesiones lo agobian, hasta muestra alguna elasticidad como para adaptarse a dos enganches (Escudero-Chávez) y un volante derecho que no deba hacer toda la raya (Méndez). Siempre presiona para tratar de forzar el error rival, planta sus mediocampistas con sentido ofensivo y los jugadores, con más esfuerzo que efectividad, aceptan la propuesta. Pero, siempre hay un pero, la emoción es otra cosa... Y mientras la emoción espera por Juan Román Riquelme, el jugador más influyente del fútbol argentino, ahí está Martín Palermo, el hombre milagro que, en un punto, se autoboicotea: como sus goles ya no sorprenden, parecen emocionar menos... Sin embargo, el tipo tiene el don de sacar una flor del desierto. Cuando está cada vez más cerca de que el futbolista que vive en él pase a la inmortalidad, mantiene intacta su voracidad y su cero temor al ridículo. Por eso es capaz de girar en una pierna, mientras los defensores de Huracán gritan y ruegan por una mano (casual), y colgar un zurdazo del ángulo. El empeine llena la pelota y la pelota llena la boca de gol. Un Palermo auténtico, como con la mano.
Al Boca de Borghi todavía le cuesta pisar el área. El gol de Viatri, el segundo, es consecuencia de las ganas de Chávez y de un pésimo rechazo de Facundo Quiroga que le sirvió el derechazo al otro nueve. Por eso Palermo sufre. Porque el técnico lo quiere como última punta, para el final de los ataques. Es Viatri, por mayor capacidad técnica, quien sale a tomar aire para tratar de oxigenar la elaboración. Esta vez, antes y después de su gol, sólo dos veces recibió un pase como un nueve hecho y, en su caso, zurdo. Chávez, de enganche, se la dio vacío para dejarlo a pasos del área y del arquero Monzón: bandera en alto y un offside que no fue. En el segundo tiempo, tres minutos antes del 2-0, Escudero, antes de llegar al fondo por la izquierda, sacó un centro con comba a favor del Loco, quien de atropellada no pudo acomodar el botín zurdo. Sólo dos asistencias es un servicio muy pobre para cualquier delantero. Así y todo, Palermo siempre se las arregla para hacer la suya. Lo hizo siempre, en cualquier Boca. Y lo hace ahora, incluso en el Boca de Borghi...
